Oiga mi perrito, por ahí compartí en el feis un videito que me pareció bacano: una mujer diciendo que el ingeniero Hernández está muy bien, pero como pa’ una jugadita de tejo o pa’ una película de Dago García («El ingeniero loco», propone) o para Sábados Felices, pero no pa’ presidente. Y al ratico me responden par de «rodolfistas»: «Se lo tendrán que aguantar porque él es el presidente», decían.
Y entonces me quedé pensando que tienen razón. Si gana el viejito gritón nos lo tendremos que aguantar todos, como nos tocó aguantarnos a todos al presidente bobo. Pero también pensaba si nuestra responsabilidad como ciudadanos llega hasta ahí, hasta el mero voto, hasta la elección.
Y pues no, perrito, gane el que gane, como que más bien a eso hay que hacerle seguimiento, como que después de elecciones hay que recordarles a estos manes sus promesas de campaña, pa’ que las cumplan y no nos volteen luego el cuento, como pasó con este que tenemos ahora y que le decían dizque cerdo (la gente se da garra, serio) y que dijo dizque: «menos impuestos, más salarios», y mire mi perrito, fueron más impuestos y menos salarios. Y recuerden cómo terminó eso. ¡Sí mi perro, en estallido social!
¿Sabe compaperrito por dónde va este cuento? Vote por el que quiera, que ya me di cuenta que es difícil convencerlo de votar por el que a mí me gusta. Pero móntele la perseguidora a eso, échele ojo a lo que le prometieron y hágalo cumplir. Pa’ eso también sirve la organización y la movilización social, para hacer eso que llaman «veeduría ciudadana», o sea, echarles ojo y pararles oreja a los políticos, a esos que administran “la cosa pública”, la “res-pública”.
Porque eso de ser ciudadano no llega solo hasta el voto. ¡Nanai! Y si queremos que haiga democracia, perrito, pues nos toca también a nosotros dejar de escurrir el bulto con la responsabilidad de haberlos elegido. Ya no se vale eso de tirar la piedra (votar por ellos) y esconder la mano (no hacerles seguimiento).
Suéter con esa mis perritos, perritas, perrites.
VOTAR: ¿TIRAR LA PIEDRA Y ESCONDER LA MANO?
